Escarabajo pelotero

El escarabajo pelotero de las dunas (Scarabaeus semipunctatus) es una especie exclusiva del litoral del Mediterráneo occidental y el otro me lo tropecé mientras mi hijo se distraía en la playa. Hacendoso, no paraba de ir de un lado a otro con su preciada carga y al final no puede evitar hacerle una cuantas fotos, absorbiéndome por completo ese «microcosmos» tan especial, donde ellos habitan. Da que pensar…

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Exposición fotográfica en la Casa de Cultura de Santa Pola

El año pasado tuve la oportunidad de cubrir un magnífico evento deportivo como es la Travesía a Nado Tabarca-Santa Pola que organiza todos los años el Club de Natación Alone. Esta prueba donde más de 600 nadadores recorren casi 6 kilómetros en mar abierto, es una de las pruebas más importantes del calendario en España. Gracias a la organización y en concreto a  Vicente López, pude realizar desde una de las zodiacs un reportaje completo de la prueba.

Este año con motivo de la ya XV edición que se celebrará el 4 de julio, se va a exponer una serie de fotografías en la Casa de Cultura de Santa Pola del 1 al 16 de julio. En la exposición se mostrarán 14 imágenes de 4 fotógrafos, entre las que figuran 5 fotografías mías (que aparecen abajo) y que no he dudado en ceder, pues iniciativas como esta, ponen de relieve el impresionante esfuerzo que realizan estos deportistas, así como todas las personas que intervienen en su realización y organización.

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Cien ojos

Navegando por la red el otro día descubrí «cien ojos«, un weblog (yo lo definiría así) de Mónica Lozano Mata. En su presentación se puede leer: «Esta página es una herramienta didáctica que utilizo como apoyo a las clases de fotografía que imparto en la EASD de Murcia y en la Facultad de Comunicación de la UM. Contiene información sobre actividades relacionadas con la fotografía, especialmente aquellas que se celebran en Murcia, enlaces a sitios web interesantes, así como los blogs de las respectivas asignaturas.»

Más allá de presentaciones, es un sitio altamente recomendable, por la densidad y calidad de sus contenidos. La información recopilada es sencillamente «abrumadora», notándose que quien la gestiona, sabe muy bien de que va la cosa. Nos os hago perder más el tiempo. Si alguno de vosotros no conocéis este interesantísimo rincón de la red, ya estáis tardando….

¡Que aproveche!

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Portfolio actualizado

Cuando decidí cambiar la manera de mostrar mis fotografías y sustituir el fotoblog por un portfolio, tiré de un plugin para Lightroom que era capaz de exportar en formato flash las fotografías seleccionadas y aunque eso supuso un cambio de imagen, no me acababa de convencer.

No me acaba de convencer porque era un sistema un poco cerrado y además si quería trabajar con varias galerías o reportajes, había que trastearlo editando parte de código para unirlo después. Posteriormente había que subirlo vía FTP y demás…en fin era un poco tedioso y limitado.

Hace poco que me hecho con una galería en flash de imágenes online para mi web, lo que me da plena autonomía para subir imágenes desde cualquier sitio. Además es mucho más abierto y con amplios recursos a la hora de cambiar su aspecto.

He ordenado y actualizado las galerías de fotos por países (no más de 30 fotografías por galería), y ahora me parece más funcional, selectivo y atractivo. Era lo que andaba buscando…

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The Sunday Drivers

Ayer a esta horas más o menos empezaba a tocar The Sunday Drivers en el auditorio Juan XXII de San Vicente del Raspeig (Alicante). Este grupo toledano que canta en inglés, se encasilla en la denominada corriente musical «indie», siendo quizá su tema más conocido (entre otros) Do It” que se convirtió en un éxito internacional, empujado también por apariciones de la banda en televisión (Buenafuente, No Disparen al Pianista) y siendo la banda sonora de serie televisiva (Cuestión de Sexo). También se usó su música en anuncios comerciales como es el caso de Cruzcampo Light.

Yo los conozco desde hace tiempo y me sedujeron desde el principio. Se me escaparon las dos últimas veces que actuaron por la zona, pero recientemente y avisado por un buen amigo que me advirtió de su visita, no me lo pensé dos veces y con casi con dos meses de antelación ya tenía las entradas.

Sólo dos días antes del concierto se anunciaba en los medios de comunicación y en su web la disolución de este extraordinario grupo con poco más de diez años de vida. Esta inesperada noticia me entristeció un poco, porque no abunda lo bueno, pero me ha servido para disfrutar de su increíble «directo» con más intensidad si cabe, sobre todo dándole el valor añadido de ver algo irrepetible. Me llevé la cámara y pude inmortalizar instantes de este concierto histórico (por lo menos para mi). Recomiendo su música a quien no la conozca. Vaya desde aquí, mi humilde homenaje en forma gráfica.


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«La Ciudad Roja» en 25 imágenes

«La Ciudad Roja» en unas cuantas imágenes.

Ciclomotores y bicicletas desbocadas circulan por doquier, el canto del almuédano flota en el aire y en la plaza Djemaa el Fna, ya se puede ver el humo blanco y oír el bullicio de la gente que anticipa la caída de la tarde. Es difícil no caer rendidos ante tanto sabor y tanta magia.

Tres días condensados en 25 imágenes…espero que os guste.

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Fotografiar en Marrakech

Cada vez me gusta menos viajar a destinos muy turísticos y me atrae más perderme por lugares poco frecuentados, pues todos los sitios tienen su encanto si se saben valorar de manera adecuada. En los sitios donde acuden miles de turistas, en realidad todo es más artificial, más falso y menos cercano.

En esta entrada sobre mi regreso de Marrakech, escribía «…En cuanto a la fotos no estoy muy satisfecho, pues «La Ciudad Roja» soporta mucha carga turística y eso hace que sea difícil capturar momentos naturales y espontáneos sin causar molestias o caer en la tentación de las fotos “pactadas”. Intentaré escribir algo al respecto más adelante.»

Dando continuidad a mis intenciones, haré una breve reflexión a cerca de mi experiencia haciendo fotos en Marrakech. Vamos allá….

Hace diez años realicé un viaje por Marruecos en coche, llegando hasta Essaouira (cerca de Marrakech). Fue un viaje de muchos kilómetros que me permitió visitar varias ciudades y reflejar con mi Nikon F801s y unos cuantos carretes de Velvia, una pequeña parte de esta sociedad. No encontré ningún problema a la hora de hacer fotos a las personas, más allá de mi propia reticencia a poder molestar, sin embargo en esta ocasión he percibido en Marrakech una actitud mucho más hostil.

Las cosas parecen haber cambiado mucho, ya que por aquella época no existían la cámaras digitales que hoy porta todo turista y que vemos por todos lados. Esta avalancha de «clicks» hace que en muchos casos se superen los limites de la prudencia, sin mostrar ningún respeto por lo fotografiado. Una cosa es fotografiar en el gran circo que es la plaza de Djemaa el Fna, donde te piden que les hagas fotos a cambio de unos dirhams (convirtiendo la foto en una clara transacción de intereses) y otra cosa es pasear por los zocos y los sitios donde ellos trabajan y viven, apretando el obturador de manera indiscriminada, olvidando que son personas y no instantáneas para coleccionar.

Es por ello, que cuando paseas por sus calles te sientes vigilado, están en guardia y enseguida lo notas. En este viaje he podido ver como un turista filmaba en vídeo a un vecino que descansaba en su carro y este al darse cuenta, le hizo el conocido gesto con el dedo corazón de «que te den por culo». Aún así, este despiadado turista seguía filmándole como si no fuera con él el tema. Es más creo que se jactaba de tal hecho, aprovechándose de la precaria situación económica de su víctima. No creo que hechos como este sean habituales, pero tampoco excepcionales.

Cuando la fotografía es un acto espontáneo, respetuoso y conciliador en la que se produce cierta comunión entre el fotógrafo y el fotografiado, este acto se convierte en natural, distendido y relajante y uno se da cuenta enseguida de que es bienvenido. Por el contrario cuando se convierte en un acto irreflexivo, intrusivo e irreverente donde el fotógrafo quiere conseguir su objetivo a toda costa, se convierte en un acto hostil y es rechazado por parte del fotografiado, como no podía ser de otra manera.

En este contexto he percibido un claro rechazo por parte de los marrakechíes a ser fotografiados, imagino que en gran parte debido a la presión a la que son sometidos. En la mayoría de los casos son fotografiados sin que antes se les haya pedido permiso y se les roba esa intimidad que a todos nos gusta conservar. Quizá se sume a este argumento, otros de carácter religioso, (aunque creo que esto último no sucede en otros países musulmanes). En cualquier caso no les queda más remedio que optar por un conducta autodefensiva, tapándose la cara o lanzando reproches al aire.

Siempre he pensado que es mejor pedir permiso a la hora de hacer una fotografía a una persona o en su defecto intentar hacerla con discreción y sin molestar, sin invadir el entorno más próximo del fotografiado (usando un tele por ejemplo) y en definitiva de hacerlo con respeto, ya que nosotros estamos de visita y ellos viven allí. Un buen ejercicio para valorar esta reflexión sería invertir los términos y pensar por un momento que fuéramos nosotros en nuestra vida cotidiana los fotografiados a diario por turistas ávidos de imágenes. Probablemente acabaríamos hartos.

En cualquier caso, mi experiencia no es extrapolable a todos los que visitan o han visitado esta ciudad y además en esta ocasión he estado poquísimo tiempo para hablar con propiedad, pero no creo que vaya muy desencaminado. Lo que si está claro, es que fotografiar en Marrakech no es fácil y quizá la conducta poco responsable de muchos turistas armados con su cámara tenga parte de responsabilidad.

Esta foto está hecha en un mercado de alimentos y es una de las pocas que he podido hacer en la que este amable tendero accede con agrado a mi proposición de fotografiarlo. Siempre hay excepciones.

Para la próxima entrada, subiré el resto de fotografías de esta escapada en forma de reportaje.

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