Las fotografía de viajes …¿un valor añadido?

 

sanbasilio
La fotografía de viajes siempre ha sido la que más me ha estimulado y seducido. Es apasionante viajar y si además lo complementas con la fotografía todo adquiere una dimensión mucho más rica. 
En muchas ocasiones, cuando vemos fotografías de sitios lejanos y exóticos o simplemente de otras culturas diferentes a la nuestra, casi inevitablemente nos evoca sensaciones emocionantes que nos atraen irremediablemente. La calidad de la fotografía parece no ser tan importante, en este tipo de reportaje, pues le ayuda esa componente «exótica» que tiene. 
Muchas veces me planteo, el porqué algunas veces le damos más valor al retrato de un señor (por ejemplo… de Pakistán) que al retrato de nuestro vecino. O a una playa del caribe frente a una de nuestro cercano mediterráneo. 
Lo que debería primar es la calidad de la fotografía, pero sin embargo en la mayoría de los casos, nos atrae más el señor de Pakistán. Imagino que como a nuestro vecino lo vemos todos los días, no nos llama tanto la atención y sin embargo el pakistaní si, porque rezuma exotismo por todos los lados. Sería lógico pensar lo inverso y que para ese pakistaní nuestro vecino es el exótico. 
De esta deducción se desprende que las fotos buenas están en todos lados y no hay que irse tan lejos para encontrarlas…pero a menudo no tenemos suficiente estímulo con lo que nos rodea y necesitamos viajar con la excusa de hacer fotos.
¿No os ocurre a vosotros?, ¿Creéis que la fotografía de viajes tiene realmente ese valor añadido?. 
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4 comentarios en “Las fotografía de viajes …¿un valor añadido?

  1. Que reflexionamento mas interesante. Yo estoy de acuerdo y tengo tambien un ejemplo. Los ultimos años he vivido en Nepal. Al principio, cuando todavia no tenia mi camera, he visto buenas fotos en todos partes, la comida, las calles, la gente…Despues de un año todo me parecia ya un poco mas normal. Ya tenia mi buena camara y he hecho muchas fotos, pero la vista si que era diferente. Lo sorprendente es, mirando algunos fotos «regulares» ahora, noto este toque exótico y, como tu lo la has dicho, un valor añadido que en Nepal no lo he visto.
    Es muy bueno intentar ver las cosas con los ojos de un extranjero o un niño para ver cosas nuevas o simplemente un poco diferente.

  2. Totalmente de acuerdo. Yo pienso que es cuestión de costumbre. Al ser humano por naturaleza le apasiona lo desconocido, ver algo por primera vez. Cuanto más lo vamos viendo, más va perdiendo el interés. De ahi, creo, el atractivo de las fotos de lugares que no solemos ver a menudo o aquellas con puntos de vista «inusuales», imágenes que, puede que veamos regularmente, y de pronto nos las muestran desde otro punto de vista y consiguen acaparar mucho más nuestra atención. Para mi, lo más complicado de una fotografía es verla, pasar delante de algo y saber mirarlo de forma distinta, de forma que impresione.

  3. Estoy de acuerdo con lo del exotismo y todo eso pero creo realmente, por lo menos en mi caso, que es en los viajes cuando uno puede relajarse, mirar, ver, sin prisas, y por supuesto andar de aquí para allá con la cámara colgada todo el día…

  4. Pingback: Camino de ida y vuelta | Mácula Lútea

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