Asio Capensis, Insha’Allah…

«Insha’Allah (إن شاء الله)… y Alá quiso mostrarnos a la escasa y bella Lechuza mora (Asio Capensis) en la costa atlántica marroquí.»

Os muestro una pequeña crónica gráfica de una reciente escapada que acabo de hacer a las inmediaciones del estuario del río Loukos y la laguna de Merja Zerga (Marruecos). Un viaje en clave ornitológica, pero rica en emociones que sus gentes han provocado en mi.

Hace años le dedicaba mucho tiempo a un birdwatching que hoy tengo más relegado, pero que sin duda es una de mi aficiones favoritas. Hace unos días unos amigos me comentaron la posibilidad de hacer una escapada a una zona que ya estuve en enero de 2000, pero que me pareció estimulante pues los compañeros de viajes son excelentes naturalistas (Tony Peral, José Antonio Barba, Gabi Llorens y Jacinto Martínez) y porque intentar observar a una especie como la Lechuza mora (Asio Capensis) que solo posee un población en todo el paleártico occidental de aproximadamente 27 parejas, es todo un estímulo. Yo nunca la había visto y junto con las 111 especies distintas que hemos podido observar en solo 4 días dedicado a las aves ha sido toda una gozada.

Un viaje muy intenso de apenas 5 días y cargado de sensaciones, ya que sus gentes muestran su cara más humana sobre todo en el ámbito rural. No tiene nada y lo dan todo. De esta manera estas gentes con escasos recursos te ofrecen su casa para compartir lo poco que tienen. Eso fue lo que nos pasó con Hammou Rabia, que nos encontramos por allí y nos ayudó a localizar a la más mora de la lechuzas y con el que compartimos emotivos momentos en su casa agasajados en todo momentos por té, pescado frito, tajine de pescado, un pan hecho a mano y su enriquecedora compañía.

La amabilidad de Hassan Dalil en la laguna, también fue grata y como ya lo conocí en mi anterior visita a esta zona, me alegró mucho saber que seguía feliz con sus pájaros.

Encontrarse un solitario pastor en medio de un enorme juncal y saludarlo, jugar con los niños, pasear por el puerto de Larache, comerse unas sardinas, o disfrutar de la amabilidad y de la excelente cocina de la mujer e hija de Kazem son todo motivos pare sentirse pleno de satisfacción.

Si todo esto lo aderezamos con ver el Madrid-Barça en un establecimiento público en Moulay BouSelham y que encima el Barça gane…que más se puede pedir 😉

Ha sido mi tercera visita este país, pero es muy posible que antes a semana santa esté de nuevo por allí. Ya os contaré…

          

 

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