Senegal en clave etnológica

Emocionante, así es como definiría mi pequeño periplo de siete días por este increíble país y mi primera incursión en África negra. A lo largo de los años he podido visitar más de veinte países, pero nunca había estado en África y eso ha sido una experiencia muy intensa que te deja un poso emocional importante.

Un viaje que tenía previsto desarrollarse durante nueve días, se convirtió en siete por culpa de las reivindicaciones del colectivo de controladores aéreos. Esto hizo que los planes cambiaran y que tuviéramos que reorganizar nuestros objetivos y ser más selectivos. Gambia tendrá que esperar.

Al final nos centramos en el «El País Bassari» y este absorbió todo el protagonismo del viaje. Situado a unos 700 Km. al sureste de Dakar y atravesando el parque Nacional Niokolo-Koba para acceder a él, se adentra más de 100 Km. hasta las fronteras de Guinea Conakry y Mali. A partir de Kédougou, es altamente recomendable el uso de un 4×4, pues el asfalto desaparece y deja lugar a pistas de una rojiza tierra polvorienta llena de depresiones y baches. Nosotros llegamos hasta Oubadji, aunque en los alrededores de Kédougou ya se puede empezar a ver las primeras aldeas. En esa zona viven diversas etnias como los Bassari, los Bedik, Peul, etc. Parece increíble que esto se pueda ver todavía.

Ya una vez en casa buscando algo más de información sobre el País Bassari, encontré curiosamente una referencia de esta zona en el blog del amigo Joan Vendrell, que pone de relieve el interés de Senegal, desde el punto de vista etnológico.

Senegal tiene muchas otras caras fotográficamente hablando y como aficionado a la ornitología que soy, me ha costado mucho no poder dedicarle tiempo a estos menesteres, pero es imposible abarcarlo todo. Aves multicolores, miles de baobabes, extensas sabanas, sonidos mágicos y unas gentes tan singulares, hacen de Senegal un destino exótico en todos los sentidos. Ahora vienen las diversas reflexiones que este viaje inspiran en mi y que sin lugar a dudas marcan un antes y un después.

Procuraré sacarle el máximo partido a la cosecha fotográfica que ha sido muy generosa para un viaje de tan corta duración. El éxito de la mayoría de las fotografías para un pésimo fotógrafo de retratos como yo, se debe sin lugar a dudas a la filosofía del viaje que implicaba viajar por libre e ir a nuestro aire improvisando y sobre todo y lo más importante, contar con mi amigo y compañero de viaje Quito Soler. Él es un africanista nato y con una experiencia desbordante, ya que conoce casi todos los países de África. Lleva viajando por el mundo más de 40 años. El contacto con estos pueblos ha sido muy cordial y afectuoso, pues él se encargaba de crear un clima excepcional, donde las personas perdían sus reticencias y acababan mostrando una actitud espontánea y desinhibida y eso se ve en casi todas las fotografías. No hay nada forzado, todo ha sido respetuoso y de mutuo acuerdo. Aunque yo creo que es como deben de hacerse este tipo de fotografías, no está de más recordarlo, pues no todo el mundo lo hace y es fundamental que ellos no lo vean como un acto hostil, intrusivo o compensatorio, donde a posteriori pidan un «cadeau» por la foto. En total hemos recorrido 1800 Km. y he hecho cerca de 500 fotografías.

Quiero agradecer especialmente la información que Javier Acebal me hizo llegar tanto por email como por teléfono y que aunque al final optamos por otras rutas a las comentadas con él, sus consejos y sugerencias nos han sido de mucha ayuda. Javier ha estado en Senegal varios meses viviendo, hecho que descubrí recientemente a través de Visual Pacemakers Community. También agradecer a todos aquellos amigos que aún no proporcionándome datos concretos sobre este país, me han ayudado con sus comentarios o sugerencias.

Intentaré en los próximos días organizar y procesar todo el material y dedicarme a ver como lo uso. He recogido contactos e informaciones muy interesantes de esa zona de cara a un posible retorno. Si alguien está interesado en viajar allí, estoy a su entera disposición. Os dejo una pequeña muestra de sus gentes.

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Visual Pacemakers Community

No hace mucho tiempo que descubrí Visual Pacemakers Community a través de la estupenda web Deep Wild Photo de Òscar Dominguez, pero hasta hace unos días no le había podido prestar la atención que requería. Esta comunidad compuesta por unos 180 fotógrafos de diferentes países, se define como comunicadores visuales dedicados a mostrar la parte amable y pacifica de las diversas culturas, fieles a romper estereotipos negativos para mostrar la belleza y dignidad de las diversas culturas de todo mundo. Aunque su web está en inglés, también se pueden leer sus premisas en castellano.

Entre sus miembros destacan grandes fotógrafos como David duCheminJeffrey ChapmanGavin GoughMatt Brandon, etc. También podemos encontrar a excelentes fotógrafos y amigos como Guillem López o Javier Acebal. Me gustó la idea, porque aparte de su filosofía sintetiza el tipo de fotografía que más me gusta, así que me he unido esta comunidad.

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