Cuba. Una toma de contacto

Un viaje que se realiza por primera vez a un país y en tan sólo 15 días no deja de ser una toma de contacto, aunque existen muchas maneras de visitarlo y unas son más productivas que otras. En mi caso, creo sinceramente que ha sido un viaje bastante productivo, pues aunque uno nunca deja de ser un turista cuando visita un país que no es el suyo, he tenido acceso a muchos hogares y personas. Sobre todo he conversado y aprendido.

Cuba es un destino peculiar, pues en calidad de turista debes alojarte en un hotel o en una casa de renta (recientemente), limitando el contacto con la gente. Si un lugareño aloja por su cuenta en su casa a un extranjero se puede buscar un serio problema con el estado.

Yo he tenido la suerte de alojarme durante mi estancia en la casa de un excombatiente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Ha sido necesario pasar por inmigración y solicitar un permiso. A partir de ese momento la responsabilidad de la conducta de la persona alojada recae sobre los dueños de la casa. No tengo palabras suficientes de agradecimiento para esta familia amiga que ha confiado en mi y me ha brindado la posibilidad de vivir el día a día en su casa y en su barrio (reparto lo llaman ellos).

Alojado en el reparto “Victoria de Girón”, en las afueras de Camagüey he podido charlar con muchos vecinos y obtener diversos puntos de vista de la vida cubana (economía, política, historia, costumbres, etc.). He dejado buenas amistades allí.

Dejándome llevar por las circunstancias, he vivido situaciones que lógicamente he intentado documentar fotográficamente.

  • Me acerqué a una reunión del CDR (Comité de Defensa Revolucionario que los vecinos hacen regularmente),
  • Disfruté de una jornada donde se preparó el típico puerco a la púa (matanza de un cerdo de 50 kilos, donde posteriormente se empala y se asa a fuego lento durante unas 6 horas).
  • Desfilé el 1º de mayo en la Plaza de la Revolución Ignacio Agramonte de Camagüey.
  • Documenté una exhumación en un cementerio de un pequeño pueblo al norte de la isla (cerca de Nuevitas).
  • Asistí a una valla de gallos de pelea semiclandestina donde realizaban fuertes apuestas.
  • Visité una espectacular playa (casi exclusiva para cubanos).
  • Conocí a una familia Falcó (procedente de Castellón) que llegaron a Camagüey en siglo XIX.
  • Le dediqué un tiempo a callejear por La Habana en la ida y en la vuelta del viaje.

Más adelante añadiré una galería sobre Cuba en el portfolio y posteriormente procuraré preparar algún reportaje especifico en formato vídeo. Os dejo unas fotografías a modo de resumen de lo anteriormente expuesto.

               

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