Escarmundar les palmeres a l’estiu…

En verano, cualquier trabajo físico a la intemperie se torna duro, muy duro, especialmente en latitudes como la ilicitana, en la que en esta época del año hace mucho calor. Hay que estar fuerte y aprovechar las primeras y últimas horas del día para acometer las labores propias de mantenimiento que exigen los huertos de palmeras.

Manteniendo los usos tradicionales, este trabajo se realiza de manera manual poniendo de relieve el riesgo que supone trabajar a esta altura. Os dejo un pequeña serie de seis fotografías hechas en un céntrico huerto de Elche.

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