¿Ajustas o retocas?

No es nada nueva la disyuntiva que se produce a la hora de querer inclinarse por un término u otro, cuando queremos justificar una acción concreta sobre una fotografía ya realizada. Aclaro que tampoco es necesario escoger, pues ambas pueden ir de la mano y por lo tanto no son excluyentes, pero convendría establecer unos límites para no confundir ajuste y retoque.

Me ha gustado la manera en que José Benito Ruiz ha hecho referencia a esto en su sesión nº 4 del curso “Un año de fotografía” del que ya he hablado anteriormente.

Él comenta que retoque, es la alteración de una imagen en esencia, tratándola por partes y por lo tanto cambiándola. Probablemente la herramienta más universal para hacer esto sea el famoso Photoshop con el que poner y quitar cosas, es coser y cantar. Por otro lado tendríamos el ajuste, donde se trata la imagen como un todo y en el que se suele corregir, brillo, contraste, saturación, etc., pero a toda la imagen a la vez, manteniéndola más o menos fiel a como la hemos captado. Con un revelador RAW es suficiente para hacer esto.

Probablemente, una imagen que necesites muchos cambios, no es una buena imagen.

Se puede argumentar que en realidad toda imagen captada con una cámara es una imagen alterada de lo que vemos, pues al fin y al cabo es una interpretación de ese instante (profundidad de campo, velocidad de obturación, etc.), pero siempre podemos establecer unos límites, para evitar que que el espectador se haga una idea equivocada de lo que está viendo.

En lo referente al retoque, en algunas ocasiones no se es sincero con la persona que visualiza la imagen, pues al no constatar los cambios o alteraciones que ha sufrido ésta, se está haciendo una idea un tanto irreal de la escena, que incluso llega a no ser reflejo de la realidad. Cuando esta condición se oculta y después se evidencia, a veces se paga caro. Ser sincero a la hora de mostrar un trabajo fotográfico debiera ser una cualidad a valorar. Todo es lícito en fotografía pues al fin y al cabo es una herramienta que nos permite expresarnos y cada uno escoge las posibilidades que tiene a su alcance en función de sus necesidades, pero es bueno saber donde acaba una cosa y donde empieza otra, ser honesto y si retocas que el espectador lo sepa, ¿no?.

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