Estambul

Ya de regreso de esta mágica ciudad y con la cámara aún caliente, voy a hacer una aproximación de este viaje desde el punto de vista fotográfico.  Probablemente Estambul sea una ciudad «perfecta» para plasmar esa esencia musulmana que en otros países es más difícil de conseguir, porque aquí el turista occidental cargado con sus máquinas de fotos pasa casi desapercibido. Por otro lado esa actitud mucho más abierta a la mezcla de culturas que puedes palpar en la ciudad, te permite acercarte más a ellos. La gente es muy amable y enseguida te intenta ayudar.

Aunque no he visitado esta ciudad exclusivamente para hacer fotos, pues ha sido un viaje en familia, siempre le sacas partido fotográfico a cualquier situación, pero si que he tenido la sensación que dejo atrás las mejores fotos. No llevar prisas es fundamental, pero por otra parte si quieres ver lo más representativo de la ciudad no te puedes permitir el lujo que limitarte a esperar que esas situaciones se pongan a tu alcance. ¡Habrá que volver!.

Han sido casi cinco días a los que le hemos sacado mucho partido, pues siendo diciembre el mes más inadecuado del año para visitar esta ciudad (el mes más lluvioso y frío) nos ha acompañado el buen tiempo. A parte de lo impresionante que resulta contemplar las mezquitas, creo que los que más me ha gustado y a lo que más le he sacado partido fotográfico ha sido los alrededores de la Mezquita Nueva, Bazar de las Especias y el puerto donde empieza el puente Gálata. Santiago llevaba toda la razón, es una zona muy sugerente. También he podido perderme un poco por barrios no frecuentados por turistas y he visto la precariedad de algunas zonas más desfavorecidas. En Estambul tienes fotos por todos los sitios.

Un auténtico placer ha sido asistir a un par de amaneceres, sobre todo cuando en plena sesión de fotos podías escuchar las plegarias del imán desde las mezquitas. He hecho muchas fotos y espero ir subiendo poco a poco unas cuantas de ellas. Si alguien va por allí, estaré encantado de explicarle sobre un mapa mis recomendaciones.

La anécdota: Tanto en un famoso restaurante, como por unas callejuelas en los alrededores de la mezquita azul cuando el sol se ponía y el cielo estaba rojizo, nos encontramos a Pedro Almodóvar, quizá inspirándose para próximos trabajos.

Recomendación final: Todo amante de la fotografía debería ir a Estambul, ya que es un deleite para la vista, el oído y el olfato. 🙂

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