Ayer actuaba Loquillo en el Puerto de Sagunto (Valencia), dentro de las actividades que enmarcan las fiestas patronales de dicha localidad. El hecho de que suelo pasar unos días por el Puerto en esta época y que además la entrada fuera gratuita, me animó y me dejé caer por el concierto.
Nunca me he comprado un disco de Loquillo, pero he de confesar que generacionalmente su música forma parte de mi adolescencia y sus tres o cuatros temas más famosos, son casi un himno de aquellos años de instituto.
Buenos músicos, buen sonido y buena iluminación llevaron en volandas a un veterano como Loquillo, y he de decir que quien tuvo, retuvo y se metió al público en el bolsillo en un abarrotado recinto ferial.
No tenía ganas de acarrear con la réflex (con la consabida mochila y sus objetivos correspondientes), así que fui con mi recién estrenada Sony A6000 y un único objetivo (el Sigma 30mm F2,8 DN Art, equivalente a un 45mm).
Me planté allí a ver que tal se portaba este tándem y he de decir que estoy muy satisfecho con el resultado. Aunque obligado a trabajar con una única focal y sin libertad de movimiento (ya que no me pude mover en todo el concierto) no estuvo mal la cosa. Es una máquina que enfoca con mucha precisión, que es resolutiva y sobre todo una máquina que es muy, pero que muy ligera. Esta ligereza se agradece en un evento de este tipo, en el que estás todo el rato de pie. Su excelente rendimiento a ISO’s altos, da mucho juego en este tipo de fotografía y la movilidad de la pantalla para tomas cenitales es una opción que puede ayudar mucho a la hora de componer. En fin, que fue una grata experiencia musical y fotográfica.
Os dejo unas imágenes del concierto.
