Refotografía para “¿…Y por qué no un blog?”

No es la primera vez que colaboro con “¿…Y por qué no un blog?”, pues es un placer hacer cosas con Gaspar. Hace unos meses inició unas interesantes entradas sobre el legado fotográfico de Laurent y Loty. Estos fotógrafos se dedicaron a finales del siglo XIX y principios del XX a recoger con su cámaras los sitios más emblemáticos de la cuidad de Elche, sobre todo en lo referente a su arquitectura. No me extenderé más sobre esto: os invito a profundizar sobre este tema yendo a sus enlaces correspondientes que podéis acceder desde aquí.

El caso, es que me pidió consejo y/o ayuda para intentar fotografiar y ver las diferencias de esas construcciones y monumentos de la ciudad con el paso de los años. En algunas de estas imágenes, se puede contrastar el paso del tiempo en más de un siglo. Yo le planteé recurrir a la superposición de ambas imágenes para poder visualizarlo mejor.

Esta técnica de superponer una imagen antigua y otra actual se llama refotografía y como figura en Wikipedia se define como: el acto de repetir una fotografía de un mismo sitio, con un espacio de tiempo entre las dos imágenes; un documento del «ayer y hoy» de un área en concreto.

Animado por probar cosas nuevas, nos pusimos manos a la obra y durante varias visitas realizamos algunas pruebas previas. Dedicándole un poco de tiempo y esmero le cogimos el ritmo enseguida. A través de su blog podréis ver los resultados.

Su fin es claramente didáctico por lo que no tenía excesiva importancia esperar el día y la hora exacta de la fotografía antigua, por aquello de la tener la misma luz (en el caso de que la meteorología lo posibilitara). Otro aspecto que nos encontramos es que la orografía del terreno en muchos casos ha cambiado, siendo el punto original donde se tomó la fotografía más alto o más bajo que en la actualidad. También el actual mobiliario urbano tapa perspectivas y accesos, teniendo que jugar con un rango focal u otro o incluso prescindir de la exactitud del ángulo de la toma. En general ha sido una experiencia enriquecedora y de la que hemos aprendido y comprobado cosas muy curiosas e interesantes.

Os dejo unas imágenes de muestra y os emplazo a viajar en el tiempo visitando el blog de Gaspar que no tiene desperdicio. En su blog podréis ver muchas más imágenes y sobre todo disfrutar de sus comentarios.

Portada Merced clarisas 0 Portada Merced clarisas 60 Portada Merced clarisas 100

Puente Riegos 1 0 Puente Riegos 1 60 Puente Riegos 1 100

 

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Imágenes para el recuerdo. La nebulosa de Orión (M42)

Siguiendo en la línea de la entrada anterior y como homenaje a una astrofotográfia que en épocas pasadas centraba mucho mi atención, recurro a esta fotografía de archivo. Se trata de una fotografía de la nebulosa de Orión (M 42) tomada en invierno de 1991 en el observatorio astronómico de los Molinos en Crevillente (Alicante). Está realizada con un telescopio reflector de 40 cm de diámetro a foco directo y con una exposición de aproximadamente 20 minutos, sobre una Ektachrome 400 ASA. Esta fotografía fue realizada en grupo, pues participábamos varias personas intercambiándonos en el seguimiento del guiado. El guiado debía ser corregido manualmente ayudándonos de un retículo iluminado porque existía un pequeño desajuste en el motor que mueve el telescopio, posiblemente debido a un fallo en el variador de frecuencia.  Supuso en aquel entonces un gran logro.

Formábamos parte del Grupo Ilicitano de Astronomía y por aquella época teníamos acceso a este observatorio, como miembros de Círculo Astronómico de Mediterráneo. Este círculo dependía de la obra social de la CAM, que es la propietaria de estas instalaciones. No se sabe donde fue a parar la diapositiva original, pero gracias a que uno de sus miembros (José Luis González) la envió a Kodak a escanear, tenemos copia de la misma. Esta fotografía hoy estará más que superada (dentro del ámbito amateur) sobre todo con las nuevas cámaras CCD que permiten espectaculares resultados, pero para aquel entonces (1991) fue toda una experiencia y satisfacción poder realizarla.

 

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Curiosidad objetiva

Hace unos días cenando en casa de mi buen amigo Basilio, me estuvo enseñando unas pruebas que había estado realizando para evidenciar la calidad de la imagen de sus objetivos. Motivado, me animé a hacer una prueba sencilla con dos ópticas que tengo. Todos sabemos por definición que los objetivos con focales fijas poseen una mejor calidad de imagen, menor número de elementos ópticos y en consecuencia menor aberración cromática, etc.

Aún a pesar de conocer webs de test de cámaras y objetivos como las de Dpreview, Digital Camera Lens o la página de Ken Rockwell, nunca me he comido demasiado el coco con curvas MTF y esas cosas. No obstante me pareció interesante hacer una prueba para ver la diferencia entre mi Tamron 17-50mm f/2,8 y mi Canon 50mm f/1,8. Está claro que la prueba está en desventaja, pero aún así y como curiosidad decidí hacerlo. Respecto al Tamron he de decir que estoy muy satisfecho con su rendimiento y con su excepcional relación calidad-precio como ya lo comenté en su momento. Incluso en ampliaciones de imágenes de 1 metro por 1,5 metros este objetivo ha demostrado estar a la altura de las circunstancias.

Como para ver la diferencia (me refiero básicamente a la nitidez) entre estos dos objetivos basta con hacer un par de fotos utilizando la misma focal, usé como motivo el campanario de Iglesia Románica de Nuestra Señora de la Asunción en Albalate de las Nogueras (Cuenca). Las fotografías están hechas con una Canon EOS 50D.

Como podéis ver en las fotografías que no existe ampliación la diferencia es inapreciable, pero en cuanto le damos un considerable aumento, ya se aprecia esa pérdida de nitidez del zoom respecto al objetivo de focal fija. Fijaos en la fecha (1895) que se puede leer en la parte inferior de la imagen ampliada y en una minicruz que hay en centro de la cruz principal. Hace click en las imágenes para ampliarlas y comprobaréis las diferencias.

Ya sé que esto no es nada nuevo, pero…y lo bien que me lo he pasado haciéndolo. 😉

 

 

 

 

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DPP, CR, LR, Aperture, qué más da, si no progresamos haciendo mejores fotografías.

Hace tiempo que uso Lightroom como herramienta para procesar mis fotografías. Es cómodo y tiene suficientes recursos para dar una solución global a «casi» todas la necesidades que cualquier fotógrafo puede demandar. Si se ha de profundizar más, hay que morir en soluciones como Camera Raw + Photoshop, ganando en recursos de procesado y perdiendo en la clasificación, organización y flujos de trabajo en general que aportan soluciones «todo en uno» como son Lightroom o Aperture.

Sin embargo, cuando me planteé procesar las fotografías que usé en la exposición que presenté en la UMH el pasado septiembre, las procesé con el software original de mi cámara (Digital Photo Professional). Pensé que el significativo tamaño de las fotografías expuestas comprometían seriamente el resultado final en la impresión y quería la máxima calidad en el procesado. Hice algunas pruebas con LR, pero al final seguí unas recomendaciones que había oído por parte de José Benito Ruiz sobre este tema. Él usa DPP en el procesado de sus fotografías por varios motivos. El primero porque se lo sugieren la mayorías de las agencias nacionales e internacionales con las que trabaja, argumentado que al trabajar con software nativo del fabricante se asegura la mejor calidad posible, pues son ellos los creadores de los algoritmos que desencriptan los RAW’s que ellos mismos han creado. No sé si estos niveles de exigencia se pueden traducir fácilmente en mejores resultados, pero el caso es que yo aposté por esa opción y el resultado ha sido altamente satisfactorio.

Es verdad que el software proporcionado por los fabricantes es muy limitado en cuanto a retoque y flujos de trabajo se refiere, pero eso tiene arreglo simultaneándolo con otras herramientas. Me parece que es una bueno tener una alternativa (aunque sea mixta) frente al todo poderoso LR o Aperture. A continuación os enlazo unos vídeos recientes del curso “Un año de fotografía” que versa sobre (procesado y flujo de trabajo) poniendo de relieve esta alternativa de manera clara y sencilla.

Es bueno matizar que estos software que proporciona el fabricante con la cámara, están pensados para ajustar las fotografías y no para retocarlas más allá de eliminar manchas de polvo en el sensor y alguna que otra cosa más. Si eres de los que te gusta trata la imagen por zonas y crear capas de ajuste por doquier, con esto no tienes ni para empezar. En mi caso que vengo de la diapositiva, no me gusta tocar las fotografías mucho y prefiero esforzarme en cuidar la toma e intentar que transmita algo. De esta manera se evita tener que compensar con horas de procesado, las carencias de la fotografía tanto en su realización como en lo que se refiere al retoque que exige una fotografía pobre porque de otra manera parece no resultar atractiva.

¿Y a que viene esta reflexión?, pues a que todas las herramientas de procesado que tenemos a nuestro alcance tienen sus ventajas e inconvenientes y siempre genera duda cual escoger. Al final uno suele darle vueltas y vueltas a este tipo de cosas que generan muchas discusiones y sobre todo multitud de bibliografía. A veces le dedicamos demasiado tiempo a estos menesteres, descuidando la elaboración de la fotografía en si misma. Siempre será preferible acudir a alguien que sepa procesar mejor que nosotros ante un necesidad puntual (exposición, proyección, etc.) que saber procesar estupendamente una fotografía que apenas tenga interés, porque en ese aspecto tengamos poco que aportar. Tenemos mucho que aprender y sobre todo ir paso a paso.

 

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¿Ajustas o retocas?

No es nada nueva la disyuntiva que se produce a la hora de querer inclinarse por un término u otro, cuando queremos justificar una acción concreta sobre una fotografía ya realizada. Aclaro que tampoco es necesario escoger, pues ambas pueden ir de la mano y por lo tanto no son excluyentes, pero convendría establecer unos límites para no confundir ajuste y retoque.

Me ha gustado la manera en que José Benito Ruiz ha hecho referencia a esto en su sesión nº 4 del curso “Un año de fotografía” del que ya he hablado anteriormente.

Él comenta que retoque, es la alteración de una imagen en esencia, tratándola por partes y por lo tanto cambiándola. Probablemente la herramienta más universal para hacer esto sea el famoso Photoshop con el que poner y quitar cosas, es coser y cantar. Por otro lado tendríamos el ajuste, donde se trata la imagen como un todo y en el que se suele corregir, brillo, contraste, saturación, etc., pero a toda la imagen a la vez, manteniéndola más o menos fiel a como la hemos captado. Con un revelador RAW es suficiente para hacer esto.

Probablemente, una imagen que necesites muchos cambios, no es una buena imagen.

Se puede argumentar que en realidad toda imagen captada con una cámara es una imagen alterada de lo que vemos, pues al fin y al cabo es una interpretación de ese instante (profundidad de campo, velocidad de obturación, etc.), pero siempre podemos establecer unos límites, para evitar que que el espectador se haga una idea equivocada de lo que está viendo.

En lo referente al retoque, en algunas ocasiones no se es sincero con la persona que visualiza la imagen, pues al no constatar los cambios o alteraciones que ha sufrido ésta, se está haciendo una idea un tanto irreal de la escena, que incluso llega a no ser reflejo de la realidad. Cuando esta condición se oculta y después se evidencia, a veces se paga caro. Ser sincero a la hora de mostrar un trabajo fotográfico debiera ser una cualidad a valorar. Todo es lícito en fotografía pues al fin y al cabo es una herramienta que nos permite expresarnos y cada uno escoge las posibilidades que tiene a su alcance en función de sus necesidades, pero es bueno saber donde acaba una cosa y donde empieza otra, ser honesto y si retocas que el espectador lo sepa, ¿no?.

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Espectaculares fotografías panorámicas aéreas de Jaime Brotons

Espectaculares fotografías panorámicas aéreas; así es como me he visto obligado a adjetivar este excelente trabajo. No he podido resistirme a crear una entrada al respecto, pues tres motivos fundamentales me empujan a hacerlo. El primero y más evidente es la calidad del resultado y la complejidad técnica a la que el autor habrá tenido que recurrir para poder elaborarlo. El segundo, es que el responsable de las mismas es Jaime Brotons, un amigo de hace muchos años que se dedica profesionalmente a la fotografía de toda la vida. El tercero y último, es que encima se ve mi casa, pues están realizadas en la zona donde yo vivo y se aprecia con toda la claridad la belleza del lugar. Debe ser uno de los pocos fotógrafos que hoy por hoy en España, es capaz de realizar algo parecido. Aquí os dejo unas cuantas más.


Santa Pola Cape in España


Playa del Carabasí / Carabasí beach in España

Aerial view of Santa Pola over the port in España

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Tamron SP AF 17-50/2.8

En este reciente viaje a Senegal, he puesto a prueba el Tamron SP AF 17-50/2.8 XR DI II, pues me pareció un objetivo muy versátil y casi necesario para un viaje de este tipo. Aunque ya tenía excelentes recomendaciones sobre este objetivo, a través de Facebook pedí más opiniones, ya que  supone la mitad del coste de su más parecido homólogo en Canon. Fue Juan Ignacio Sánchez Lara, el que de alguna manera me quitó cualquier duda al respecto, mostrándome excelentes resultados que obtuvo en su día con este objetivo. Una vez probado, sólo puedo decir que estoy más que satisfecho con su rendimiento, pues para ser un zoom, en lo que se refiere al retrato da la talla, ya que he obtenido buenos resultados en lo que a la calidad de imagen se refiere. Os ilustro esta entrada con una fotografía hecha con este objetivo y la verdad es que si alguien lo está considerando, que no lo dude. No se arrepentirá. Relación calidad precio excelente.

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